¿Sabías que los españoles pasan 10 años de su vida en el sofá? Es el tercer lugar donde más tiempo pasamos, 3 horas de media, según explica una Encuesta del Uso del Tiempo del INE (2010).
Esta es la razón, por la que resulta muy importante elegir sofás de calidad y cómodos, porque es el mejor sitio para ver la televisión, pasar tiempo con los tuyos y descansar después de un largo día de trabajo.
La adquisición de un sofá suele ser una decisión complicada puesto que es un bien duradero, de uso continuo y que condiciona por completo el estilo de tu salón. Existen muchos tipos de sofás, precios, estilos y materiales, pero, ¿Cuál es el mejor sofá para tu hogar?
Ideas para elegir el mejor sofá
Las características más importantes que tienen que cumplir los sofás es que sean cómodos, de calidad, funcionales y que tengan una estética acorde con nuestro gusto. A continuación, presentamos una pequeña guía de cómo elegir el mejor sofá, dependiendo del uso que le vayamos a dar y de cómo sea nuestro salón.
1. Diseño atractivo pero sobre todo comodidad.
Al principio, se valora mucho el diseño, pero, con el tiempo, una de las características que más se valora de un sofá es su comodidad.
Si te gustan los sofás de diseño moderno, los clásicos, rústicos, o extravagantes, lo más importante es que sea lo más cómodo posible. Una sensación agradable y de descanso prima por encima de todo, nadie quiere pasar tiempo en un sofá con la sensación de que está en un banco de piedra.
Ahora bien, si la función del sofá no va a ser la de descansar, ver series o echar esa típica siesta de verano puedes arriesgarte con un diseño de vértigo, con una función más decorativa.
2. Tapizado del sofá
Los tejidos no solamente determinan el estilo del sofá, también resultan importantes porque intervienen en la comodidad, calidad y el mantenimiento de este mueble. Presentamos los tapizados más comunes.
Sofás de tela: tienen un mantenimiento sencillo por su fácil lavado y suelen ser los más baratos. Las telas más empleadas son el lino y el algodón.
Sofás de lino: son más empleados para los sofás de diseño clásico y rústico. Tienen una gran resistencia a las manchas y a las pérdidas del color.
Sofás de algodón: El algodón es más resistente que el lino, pero aguanta peor las manchas. Lo bueno de esta tela es que se puede emplear tanto para sofás con diseños modernos y contemporáneos, como para clásicos.
Sofás de piel: suelen ser de mayor calidad y presentan un estilo más elegante y pueden adaptarse a varios diseños. Esta clase de sofás tiene mayor durabilidad, pero tiene una limpieza más complicada y resisten peor las manchas.
3. Aprovecha el espacio al máximo
Si tu vivienda es pequeña o bien te gusta aprovechar al máximo el espacio, seguramente la mejor opción sea apostar por sofás con un extra. Hay sofás que disponen de un espacio de almacenamiento bajo el asiento o sofás cama que son una solución perfecta si eres de los que acogen a amigos o familiares en casa.
4. ¿Sofá para una vivienda o para un negocio?
Los sofás, además de ser una pieza clave en el mobiliario de la vivienda, también puede ser un elemento diferenciador de un negocio, situado en las salas de espera, en las recepciones de los hoteles, e incluso en cafeterías y restaurantes.
En este caso, el diseño del sofá cobra una gran importancia pues forma parte de la imagen del negocio. Por ejemplo, un sofá moderno y colorido (como el que se muestra a continuación) transmite que una empresa es actual, joven y fresca.
Fuente:inarquia.es